Plaza Brasil, a sumar voluntades

Como Gobierno respetuoso de la institucionalidad vigente buscamos la senda legal que nos permita recuperar la Plaza Brasil, hoy ocupada por migrantes venezolanos que ingresaron clandestinamente al país, escapando de un gobierno como el de Nicolás Maduro –único responsable de esta explosiva ola migratoria- donde no tienen presente ni menos futuro.

De nuestra región hemos sacado a más de 19 mil venezolanos que ingresaron clandestinamente.  No ha sido una tarea fácil, considerando los múltiples factores sociológicos que explican aquella situación que genera mucho ruido y legítima molestia no solo en el entorno de quienes viven frente o en los alrededores de aquella plaza, declarada como zona de riesgo sanitario por la Secretaria Regional Ministerial de Salud.

Como Delegación Presidencial Regional de Tarapacá estamos involucrados en la problemática y desarrollamos un trabajo coordinado y conjunto con la Oficina Internacional para las Migraciones, OIM, cuyo objetivo prioritario es darle una salida digna a quienes hoy sobreviven en precarias condiciones, con un alto número de niños y niñas que ha sido y es nuestra preocupación a la hora de analizar y optar por alguna solución integral con estricto respeto a los derechos humanos de todos.

En ese ámbito de acción, funcionarios y funcionarias de esta Delegación Presidencial junto a la OIM nuevamente levantaron en terreno informes sociales para dar con una solución adecuada para cada caso, tarea bastante compleja por la reticencia de algunos migrantes a entregar datos que para la OIM son necesarios e indispensables para la ayuda humanitaria que se puede brindar y que básicamente consiste en traslado a una residencia transitoria o el traslado humanitario que busca la reunificación familiar. 

Esta no es la primera vez que mediante la OIM se trabaja en una solución consensuada a la situación de aquellos migrantes que se instalaron en la Plaza Brasil, muchos de los cuales manifiestan la intención de quedarse en Tarapacá debido a que no cuentan con redes de apoyo, no poseen los recursos económicos, son grupos unipersonales y finalmente no poseen ni manifiestan mayor interés en salir de la condición en la que se encuentran.

Ahora, ante este trabajo coordinado entre Delegación Presidencial y la OIM, que apunta en la dirección correcta para entregar una salida digna a los migrantes, el llamado es a que todos los actores se sumen y eviten parcelar la problemática migrante para obtener un mezquino rédito político. Si se entiende aquello lograremos dar una adecuada ayuda humanitaria y recuperar ese espacio público y otros para mejorar el entorno y la calidad de vida de quienes viven en ese sector.